El Colibrí (Opera Ecológica)
Pieza para coro, orquesta y dos cantantes solistas (barítono y soprano) en siete movimientos
Duración 40min
Libreto: Hélène Hucher
Música: Gerardo Di Giusto
Sinopsis de El colibrí
Argumento
Partiendo de la famosa leyenda del Colibrí, queriendo salvar el bosque en llamas solo trayendo una gota de agua, el texto marca los límites de tal actitud ante el peligro que corre nuestro planeta.
Ante los riesgos climáticos y el estado de contaminación de la Tierra, sólo una inteligencia colectiva podrá tener alguna eficacia porque inventará nuevas formas de actuar, nuevas formas de pensar, nuevas formas de soñar y por lo tanto nuevas utopías. Un colibrí más un colibrí como una gota de agua más otra gota de agua no hacen ni sociedad ni río. Sólo lo que los conecta tiene sentido.
La obra, por tanto, aborda este tema presentando dos personajes en evolución: el colibrí y la gota de agua. El coro hace las preguntas, cumple su papel de crítico, en este cercano al papel de un coro de tragedia antigua.
La orquesta en cuanto a él trae por supuesto la armonía pero también el sonido del caos, la verdad de la poesía.
N° 1a - Nuestra Selva, pieza para orquesta y coro
La música representa la belleza de nuestra tierra, nuestra selva, nuestra casa común.
No. 1b - Incendio, pieza para orquesta
Transición musical donde la selva se incendia.
N° 1c - La Selva en Fuego Está, pieza para coro y barítono
Diálogo entre el coro y el pájaro. Presentación de la leyenda pero también de todas las vacilaciones ante la acción solitaria. El coro transmite la burla de la sociedad a la iniciativa individual. El colibrí plantea el sentido pleno de su decisión de actuar y presenta una esperanza, ciertamente precaria pero real
N° 2 - La Gota de Agua, aria para soprano
Ella, como el colibrí del número 1, quiere conservar lo que es bueno, hermoso.
Ella no quiere ser una lágrima de glaciares que se derriten, una gota de lluvia sucia, una gota impura que ya no se puede saborear...
el ambiente de esta tonada es pues de poesía y de rechazo a lo que se hace de ella; ella no es responsable de eso, ella no entiende por qué
N° 3 – Tristeza, pieza para coro
Tristeza del equilibrio perdido, de un Edén imaginario; soñar con un mundo nuevo, sembrado de nuevo, pero ¿cómo?
"no hemos sido capaces de mantener, proteger la belleza, la evidencia"
¿Dónde está nuestro Edén, dónde están nuestros jardines encantadores, nuestros mares iridiscentes...”
¿Seguiremos sintiendo las caricias de la brisa de verano?
No. 4 - Dúo de la Conciencia, Colibri / Gota de agua - barítono y soprano
Somos demasiado frágiles, demasiado pequeños, demasiado solitarios
Si cada uno llevara su gota de agua a la selva, tal vez...
pero una gota de agua colocada junto a otra gota de agua no se encuentran, no
logran el gran río; ella salva la hoja pero el árbol se quema
un colibrí justo al lado de otro colibrí no se hablan y el ogro siempre devora
Nube negra de madera quemada, océanos invadidos por fealdad amontonada, glaciares que funden poco a poco transformados, ya nada se conserva
la gota se evapora antes de tocar la hoja y el ogro implacable trae el caos
N° 5 – Caos, pieza para coro y orquesta
Esta es la parte central de la obra, donde se destruye la esperanza misma. La acción sola no tiene sentido. El caos es, por tanto, inevitable; es esta idea la que el coro y la orquesta traducirán, destrucción de palabras, melodías, sonidos.
N° 6 – Colibri, recitativo, voz de barítono
Solo no puedo hacer nada. Pero me quedo solo para intentar
Ante dos pequeñas alas, el ogro y el caos ganaron
Perdí mi fuerza, mi utopía. He perdido la esperanza
Este recitativo está cerca del recto tono, más bien en el grave. La idea es la de un agotamiento, hasta que ya no haya la fuerza del intervalo entre dos notas.
N° 7 – Final, coro, orquesta y solistas
Melodía lejana, inicialmente por voces al unísono, que crece en alternancia con los solistas. este final es una pieza que termina en apoteosis, una especie de máquina todopoderosa y eficiente en la acción "todos juntos".
Las voces al unísono representan lo que está inscripto en nuestras conciencias desde el principio de los tiempos. Parten de un unísono pianissimo, lejano porque el recuerdo es muy antiguo.
En un inicio el ser humano era en la naturaleza un animal entre otros. Desnudo y perdido, rápidamente encuentra a sus compañeros. Juntos aprenden la vida, las primeras danzas, los primeros cantos, las primeras palabras. Sin el otro no podrían sobrevivir.
Es una mirada hacia otra mirada, una mano combinada con otra mano, un canto que hace eco de otro canto, un baile uno alrededor del otro.
La gota de agua es la esencia de la vida; no hay mundo sin ella; desde lo pequeño hasta lo gigante, todos sienten su poder.
La multitud es poderosa no cuando grita sino cuando está unida en la inteligencia, en la fraternidad.
No la utopía de un mundo nuevo, sino la de una memoria redescubierta para superar el caos inevitable.